¿Mi bebé ya puede comer otros alimentos? ¿Cuándo lo debo destetar?
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El tema sobre ¿Cuándo es momento de incluir alimentación complementaria para mi bebé? o ¿Cuándo es tiempo de dejar de darle pecho?, es muy preguntado y suele haber diferentes opiniones, a continuación, hablaremos de estos temas, esperando aclarar estos y más puntos.
La alimentación complementaria o destete comprende un proceso que se inicia cuando se introduce cualquier tipo de alimento no lácteo, como suplemento a la leche de mujer o fórmula adaptada, dado diariamente de un modo regular y en cantidades significativas, y termina cuando el niño recibe una alimentación muy parecida a la del resto de la familia.
¿Qué es alimentación complementaria?
La alimentación complementaria (AC) se considera un proceso por el cual se ofrecen al lactante alimentos sólidos o líquidos distintos de la leche materna o de una fórmula infantil como complemento y no como sustitución de esta.
¿Cuándo se debe iniciar la alimentación complementaria?
Primero es importante recordar que la OMS recomienda mantener la lactancia materna de forma exclusiva durante los primeros 6 meses de edad. Después de este momento se introducirá de forma gradual alimentos complementarios nutricionalmente adecuados y seguros. Además, es importante recalcar que se deberá continuar con la lactancia materna durante un máximo de dos años o más.
La OMS recomienda que los lactantes empiecen a recibir alimentos complementarios a los 6 meses, primero unas dos o tres veces al día entre los 6 y los 8 meses, y después, entre los 9 a 11 meses y los 12 a 24 meses, unas tres o cuatro veces al día, añadiéndoles aperitivos nutritivos una o dos veces al día, según se desee.
Etapas de desarrollo alimentarias
Período de la lactancia exclusiva: Primeros seis meses. El bebé no deberá recibir agua, té o algún otro tipo de alimento.
Período de transición: Entre los 5 y 8 meses. Se prepara al bebé para conocer sabores y consistencia de alimentos diferentes: frutas y verduras.
Período adulto modificado: Se entrena al lactante a recibir el alimento de la familia, más la leche materna.
Aspectos a valorar para introducir alimentos complementarios
Antes de introducir cualquier alimento diferente a la leche materna se debe tener en cuanta:
Reflejos de alimentación: succión, deglución y protrusión. Estos deberán desaparecer entre 4 y 6 meses. Este es un sistema que protege al bebé de otros alimentos en los primeros meses, escupiendo todo lo que recibe al tercio externo de la lengua.
Movimientos de masticación: aparecen entre el 5 y 9 mes.
Producción enzimática del páncreas: aparece hasta los 6 meses y es útil para la degradación de lípidos.
Filtración glomerular ( función del riñón): desde el nacimiento y hasta los 6 meses sólo funciona al 25%, posteriormente, tarda otros 6 meses en llegar a 60-80% de su función.
Inicio de ablactación: el bebé ya debe permanecer en posición vertical con un adecuado sostén cefálico, columna vertebral erguida y pasar objetos de una mano a otra. Pues el bebé será capaz de tomar la comida con la mano y llevarla a la boca.
Y ¿en el bebé prematuro?
Hasta la fecha no hay recomendaciones claras para el recién nacido prematuro. Las pautas actuales para iniciar alimentación complementaria en recién nacidos a término no se pueden aplicar directamente a los recién nacidos prematuros. Por lo que es importante estar pendientes a reconocer las señales que indican que el bebé está listo para comenzar con otros alimentos.
Con base en la evidencia limitada disponible, una edad corregida de 6 meses puede ser una edad apropiada para comenzar a introducir alimentos sólidos para la mayoría de los recién nacidos prematuros.
Los alimentos se introducirán igual que en un bebé nacido a término. Como los bebés prematuros pueden tener mayor déficit de ciertas vitaminas y minerales, entre ellos la vitamina D o el hierro, es importante incluir alimentos ricos en hierro en cuanto sea posible.
Como vimos el bebé necesita estar preparado con las destrezas psicomotoras ya mencionadas que le permitan manejar y tragar de forma segura los alimentos. Como en muchos otros casos de desarrollo, no todos los niños lo van a adquirir al mismo tiempo, aunque en general deben ocurrir en torno al sexto mes. Esto nos lleva a la siguiente pregunta:
¿Qué alimentos utilizar y con qué secuencia?
No hay alimentos mejores que otros para empezar, aunque se recomienda ofrecer de manera prioritaria
alimentos ricos en hierro y zinc. Asimismo, se recomienda introducir los alimentos de uno en uno,
con intervalos de unos días, para observar la tolerancia y la aceptación y no añadirles sal, azúcar ni
edulcorantes, para que el bebé se acostumbre a los sabores naturales de los alimentos.
A continuación les ponemos una tabla, la cual puede servir de orientación para la introducción de alimentos:
Se recomienda la introducción de alimentos en cantidades pequeñas, realizando los cambios, ya sean cuantitativos y cualitativos, de forma individualizada, lenta y progresivamente.
A continuación hablaremos de los grupos alimenticios más comunes:
Cereales: suele ser el alimento elegido para iniciar la alimentación complementaria. Las papillas de cereales suministran proteínas, minerales, vitaminas (especialmente tiamina), ácido grasos esenciales y, sobre todo, contribuyen al equilibrio energético total.
Frutas: la papilla de fruta aporta residuos como la celulosa (que condiciona la normalización del tránsito intestinal), carbohidratos (sacarosa), vitaminas (especialmente vitamina C) y minerales. Se aconseja introducir progresivamente la variedad de frutas disponible, en cualquiera de las comidas diarias, e ir variando también la forma de presentación (papilla, tiras, en trozos). No hay unas frutas mejores que otras para comenzar, la decisión dependerá de los gustos de la familia. pero si se recomienda evitar las frutas potencialmente alergénicas, como: la fresa, fresón, frambuesa, mora y el melocotón, por la capacidad de las mismas para liberar histamina y recurrir a las propias de cada región o temporada.
Verduras: están constituidas fundamentalmente por agua, residuos de celulosa, vitaminas y minerales. La introducción de las verduras se hace, inicialmente, con caldo vegetal, para probar la tolerancia e iniciar la diversificación de los sabores, y, posteriormente, darlas en forma de purés. Se aconsejan verduras suaves, del tipo de la patata, zanahoria, apio, puerro, calabaza, calabacín, cebollas, habichuelas y judías. Durante el primer año de vida se recomienda evitar las verduras de hoja verde con alto contenido en nitratos, como la acelga, la espinaca o la borraja, por el riesgo de metahemoglobinemia. En el caso de introducirlas en la alimentación, deben representar menos del 20% del contenido total del plato.
Carnes: dan un aporte de proteínas de alto valor biológico (18-20 g/100 g producto), lípidos, sales minerales, hierro y vitaminas. Se recomienda un aporte aproximado de 40 g/día a partir del 6º mes. Se suele comenzar por pollo, al ser de fácil trituración y menor alergenicidad; se sigue posteriormente con ternera, vaca o cordero. Más adelante, se pueden alternar las carnes con el pescado, generalmente a partir del 9º mes, dándose cocido y debiéndose empezar con pescado blanco.
Azúcar: no se recomienda el uso de endulzantes. La ESPGAN
ha sugerido un máximo de 5 g/100 kcal de
sacarosa adicional en los cereales completos y un máximo de 3 g/100 mL de papilla ya apta para el consumo. Pues el consumo temprano de estos es condicionante para el estilo de alimentación del niño y puede ser un factor para desarrollo de sobrepeso u obesidad.
Sal: la ingesta de sodio en el niño debe ser prudente. La recomendación de la OMS de limitar la ingesta de sal a menos de 5 g/día (2 g de sodio) es aplicable para adultos y niños por encima de los 2 años. Sin embargo, los lactantes necesitan muy pequeña cantidad, pues sus riñones son demasiados inmaduros para manejar las sobrecargas de sal. Por este motivo no debe añadirse sal a la AC de los bebés, aunque pueda parecernos insípida.
Finalmente te dejamos una tabla dónde se resume la edad de introducción de alimentos:
A continuación te dejamos un vídeo para complementar esta información:
Después de la introducción de alimentos complementarios, llegará el momento de preguntarse, ¿Cuándo es tiempo de destetar a mi bebé? y ¿Cómo debo hacerlo?. Es lo que resolveremos a continuación.
¿Qué es el destete?
Es la suspensión definitiva de la lactancia materna. El hacer que un niño pase de tomar el pecho a nutrirse de otras formas, es un proceso que requiere paciencia y comprensión, tanto de la madre como del bebé.
Es importante recordad que la lactancia es más que alimento, es más un complejo de sistema de soporte emocional para el desarrollo integral del niño.
De acuerdo con Gowland (2015), la satisfacción oral es una piedra fundamental para el desarrollo emocional, dejando un reservorio profundo de serenidad dentro del cuerpo y mente del niño. Cuando una necesidad es satisfecha desaparece. Cuando una necesidad es insatisfecha permanece a lo largo de la infancia, incluso en la adultez.
Recordando lo mencionado, se recomienda la lactancia exclusiva durante los primeros seis meses, y después iniciar con alimentos complementarios. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que las madres amamanten a sus hijos hasta los dos años de edad.
Sin embargo, se menciona que no existen razones científicas por lo que se deba recomendar dejar la leche materna a una determinada edad. Cualquier recomendación sobre una edad óptima de destete está basada en opiniones personales, teorías no contrastadas empíricamente o simples prejuicios.
¿Cuál debe ser la duración de la lactancia materna? es una decisión libre de cada madre y de cada hijo, salvo que se produzca una situación de emergencia que fuerce a finalizar el amamantamiento.
¿Qué impacto tiene un destete súbito en el psique del niño?
Como vemos, este proceso tendrá un impacto psicológico importante, pues implica una amenaza para el apego seguro. Además, la cultura tiene un peso determinante en este, por lo que debe realizarse con paciencia y evitando un destete brusco, pues el amantar no solo implica la función de alimentar al bebé, el contacto con la madre proporciona afecto, consuelo, seguridad y comunicación con el niño.
Un destete prematuro se le considera antes de los 24 meses, lo tendrá como impacto en el niño una desregulación (ansiedad e inseguridad) y riesgo de estrés infantil. Por lo tanto, evitar el destete precoz supone evitar los problemas que éste conlleva.
El niño puede experimentar sentimientos de frustración y de abandono, al no entender por qué su madre le niega algo tan importante para él, al obligarlo a afrontar una independencia de su madre incompatible con su estado de madurez; la madre, a su vez, puede experimentar sentimientos de pérdida y de tristeza por haber tenido que cambiar esta forma de relación íntima con su hijo.
Los niños destetados prematuramente son más vulnerables, tienen menor tolerancia a la frustración y, en algunos casos, menos habilidades en procesos psicológicos.
Por todo esto es importante ,mencionar que la lactancia prolongada al niño le mejora el desarrollo intelectual, las habilidades motoras, lenguaje y agudeza visual; efecto protector durante las etapa vulnerable de 2 a 6 años; disminuye el riesgo de enfermedad cardiovascular, obesidad y mala oclusión dental; a la madre disminuye riesgo de osteoporosis, enfermedades crónica y cáncer de mama, la liberación prolongada de oxitocina mejora la capacidad de escucha y la tolerancia.
Por último te dejamos algunas sugerencias para facilitar el destete:
Distracción: Anticipa la hora de amamantar a tu bebé con alternativas que lo distraigan de dicho deseo, para que el niño centre su atención en otra actividad nueva y atractiva que no sea la falta del pecho materno.
Sustitución: Cuando el niño tenga hambre, se deberás ofrecerle comida y bebidas diferentes al seno materno.
Aplazamiento: Si el niño ya tiene la capacidad de negociar la demora de la toma, es posible mantenerlo contento con alguna otra actividad que lo haga aceptar la espera.
Fuentes:
- Rodríguez, C. (2003). La alimentación complementaria y el período de destete. Pediatr Integral. https://www.orientacionandujar.es/wp-content/uploads/2013/08/La-alimentaci%C3%B3n-complemetaria-y-el-periodo-de-destete.pdf
- Gómez, M. (2018). RECOMENDACIONES DE LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE PEDIATRÍA SOBRE LA ALIMENTACIÓN COMPLEMENTARIA. Comité de Lactancia Materna y Comité de Nutrición de la Asociación Española de Pediatría. https://www.aeped.es/sites/default/files/documentos/recomendaciones_aep_sobre_alimentacio_n_complementaria_nov2018_v3_final.pdf
- Secretaría de Salud. (2008). Guía de orientación alimentaria. http://www.promocion.salud.gob.mx/dgps/descargas1/programas/1-guia_orientacion_alimentaria.pdf
- Ojea M, Fustiñana C, Argibay P. (2010). Efectos del destete temprano sobre el comportamiento adulto en un modelo animal. http://www.scielo.org.ar/pdf/aap/v108n4/v108n4a10.pdf
- Dra. Pilar Serrano Aguayo. Alimentación complementaria y destete en el niño. En: Lactancia Materna. Josefa Aguayo Maldonado (Ed.) Universidad de Sevilla. 2001
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